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jueves, 17 de noviembre de 2016

Para complementar el trabajo anterior les dejo un trabajo del verbo según la nueva Gramática Básica de la lengua española.

Nueva gramática básica de la lengua española.

El verbo
Los morfemas verbales. Concepto de tiempo verbal.
La flexión verbal expresa en español dos tipos de información:
   La de NÚMERO y PERSONA, que viene impuesta por el sujeto con el que el verbo concuerda.
   La de TIEMPO, ASPECTO y MODO, que caracteriza a la oración en su conjunto, y no solo a alguno de los participantes que intervienen en ella.
El tiempo verbal es una categoría gramatical Deíctica, como los demostrativos, y, como tal, permite localizar los sucesos en relación con los momentos en los que se habla:
El tren salió puntualmente (la salida es anterior al momento del habla)
El tren saldrá puntualmente (la salida es posterior al momento del habla)
El tren sale lentamente (la salida es simultánea con el momento del habla

El aspecto. Sus clases.
Definición
El aspecto verbal informa sobre la organización interna de las situaciones en relación con el tiempo. Indica, por ejemplo, si una situación comienza (Empezó a comer), se repite (Casi siempre come a las dos) o se muestra en un punto de su desarrollo (Está comiendo).
El aspecto, al contrario que el tiempo, no proporciona información deíctica, en el sentido de que no interpreta  en relación con el momento del habla.
Se distinguen tres clases de aspectos, que se manifiestan a través de ciertas perífrasis verbales:
El aspecto morfológico
Se expresa a través de las desinencias verbales. Permite representar una situación como acabada (ASPECTO PERFECTIVO), o bien sin hacer referencia a su inicio o a su fin (ASPECTO INPERFECTIVO). El aspecto morfológico permite distinguir en la tradición gramatical entre TIEMPOS PERFECTIVOS Y TIEMPOS IMPERFECTIVOS.
El aspecto léxico o modo de acción
El aspecto léxico depende del significado de los predicados, así como del de  las construcciones que estos forman. Atendiendo a su aspecto léxico, los predicados se suelen agrupar en cuatro clases:
1)   ACTIVIDADES: ganar dinero, llorar, llover, manejar un auto, trabajar.
2)   REALIZACIONES: comer un platillo, construir un dique, recitar un poema.
3)   LOGROS O CONSECUCIONES: alcanzar la cima, llegar, perder las llaves.
4)   ESTADOS: merecer un premio, residir en un lugar, ser alto, tener dinero.
Los predicados verbales de estas clases se distinguen por la presencia o ausencia de algunos rasgos, como “durativo”, “limitado” o “dinámico”.   Los procesos durativos se extienden en el tiempo y son compatibles con CC introducido por durante (estudiaba durante la noche). Los procesos delimitados poseen un término o un fin y son compatible con CC de tiempo introducido por la preposición en (en un año, en diez horas). Los predicados dinámicos expresan progresión de una situación en curso:
a)   Las actividades son predicados durativos (Llovió durante dos horas), no delimitados ( *Llovió en dos horas) y dinámico ( Siguió lloviendo)
b)   Las realizaciones son durativas (Escribió un artículo durante dos horas), delimitadas (Escribió un artículo en dos horas) y dinámicas.
c)    Los logros no son durativos (*Llegará a casa durante una hora), pero se presentan como procesos limitados (Llegará a casa en una hora) y dinámicos.
d)   Los estados carecen de límites (*Residió en Colombia en dos años), son durativos (Residió en Colombia durante dos años), pero no se muestran como una actividad dinámica, por lo que no son admisibles construcciones como *Está siendo alta.
Tiempos verbales del español.
Definición
Se llaman tiempos verbales  las formas de conjugación que expresan gramaticalmente las informaciones del tiempo, modo y aspecto. Cada tiempo verbal constituye un paradigma flexivo

Clasificación
Los tiempos verbales se clasifican según los siguientes criterios:
a)   El modo. Opone indicativo, subjuntivo e imperativo.
b)   La estructura morfológica. Diferencia tiempos simples y compuestos.
c)    El aspecto. Distingue tiempos perfectivos e imperfectivos (canté/cantaba)
d)   El punto de anclaje temporal. Este criterio distingue entre los tiempos absolutos y los tiempos relativos. Los absolutos se orientan a partir del momento de habla (en El tren salió puntual se dice que salió antes del momento del habla); los relativos orientan la referencia de forma indirecta (en El revisor anunció que el tren saldrá tarde se expresa que la salida es posterior al anuncio, que a su vez es anterior al momento del habla).

Tiempos verbales del modo indicativo
El presente (canto)
Expresa la coincidencia de la situación designada como el momento del habla. Esta coincidencia puede ser puntual (En este instante el delantero sale al campo) o más amplia (Su prima vive ahora en Lima). El presente genérico extiende mucho  tal duración hasta convertirla en propiedad permanente. Los diferentes usos del presente reciben a menudo denominaciones específicas: el presente habitual describe acciones repetidas (Lo visita a diario); el llamado presente caracterizador o descriptivo alude a situaciones estables (Quito es la capital de Ecuador); el presente gnómico es propio de los axiomas o enunciados normativos (el dolor se palia con analgésicos). En cualquier caso, es importante resaltar que estas variedades no constituyen tiempos diferentes, sino interpretaciones contextuales diversas de un mismo tiempo verbal. El presente puede usarse, además, con el significado que corresponde a otros tiempos:
a)  Con valor de pretérito: presente histórico (Sarmiento muere en 1888); presente narrativo (Ayer va mi jefe y me dice…).
b)  Con valor del futuro: presente prospectivo (Llegan mañana; Me las pagas); presente de mandato (Vos salís de aquí ahora mismo).
El pretérito perfecto compuesto (He cantado)
Este tiempo admite dos significados fundamentales:
a)   En uno de ellos se usa para hacer referencia a situaciones pretérito que tienen lugar en un intervalo que se inicia en el pasado y se prolonga hasta el momento del habla.
b)   En la segunda de las interpretaciones, propias del español boliviano y de otras zonas, He cantado adquiere el significado que corresponde a canté, como en Ha muerto hace dos meses, donde ha muerto debe entenderse en el sentido de murió.
El pretérito perfecto simple (canté)
La oposición canté/he cantado
Canté localiza una situación en un punto de la línea temporal anterior al momento del habla: Llegaron ayer; Cuando era joven, vivió en Barcelona durante diez años; El año pasado trabajé de camarero.
La oposición canté/he cantado es pertinente solo en los supuestos en los que he cantado expresa el significado señalado en a en el apartado anterior. En estos casos, existen coincidencias casi general en que ha cantado hace referencia a hechos pretéritos que se incluyen en un lapso que se prolonga hasta el momento del habla, mientras que canté denota hechos pasados ocurridos en un periodo que no abarca el momento del habla: He trabajado de camarero (en algún momento a lo largo de un intervalo que comienza en el pasado e incluye el momento del habla: este año…); Trabajé de camarero (en algún momento a lo largo de un intervalo que se localiza completamente en el pasado: cuando era joven…)
Existen grandes áreas lingüísticas en las que todos o parte de los valores atribuidos a He cantado se expresa habitualmente mediante canté: Nunca lo vi-Nunca lo he visto. Ocurre, por ejemplo, en gran parte de la Argentina, Chile, noroeste de España y Canarias. En México, buena parte de Centroamérica y algunos países caribeños, como Venezuela, canté se usa para referirse a acciones acabadas en el pasado, aunque sea reciente (Hoy estuvo más tranquila), y he cantado para expresar situaciones que continúan i siguen abiertas en el presente (María no ha llegado).
El pretérito imperfecto (cantaba)
La oposición canté/cantaba
Cantaba localiza la situación en un momento anterior al momento del habla y sin relación con él: De niño, jugaba en la playa. Se opone a canté en que expresa aspecto imperfectivo, por lo que presenta las situaciones en su curso sin aludir a su comienzo ni a su final: Leí el periódico (la acción de leer ha terminado en el momento al que nos referimos)-Leía el periódico (no se dice si la acción de leer ha terminado en ese momento).
Cantaba puede indicar por si solo reiteración o hábito: se acostaba temprano (sin la presencia de otros modificadores), frente a Se acostó temprano todos los días.
Se denomina usos modales de cantaba los que evocan un alejamiento o distanciamiento del plano actual. Se pueden explicar a partir de la noción tradicional de copretérito. Incluyen interpretaciones como las siguientes: el imperfecto onírico o de figuración (Soñé que aprobaba); el imperfecto lúdico (Juguemos a los piratas: Yo era el capitán); el imperfecto de cortesía (Quería pedirle un favor) o el imperfecto prospectivo, que expresa hechos posteriores a una situación pretérita (Habíamos llegado a la estación, pero el tren no salía hasta las cinco). El imperfecto narrativo no es, por excepción, un tiempo imperfectivo, puesto que caracteriza acciones pasadas y completadas: Tuvo un grave accidente en la carretera y poco después moría en un hospital.
El futuro simple (cantaré)
Localiza una situación en un punto temporal posterior al momento del habla: El libro se presentará mañana. Los enunciados que llevan este tiempo se pueden entender como órdenes (Compraras el más barato), advertencia (Te caerás) o amenazas (Me las pagarás), entre otros valores posibles. El futuro de conjetura introduce una suposición relativa al presente: Ahora mismo serán las ocho.
El condicional simple (cantaría)
Localiza un estado de cosas en una situación no actual, sea esta pretérita o hipotética. En el primer caso, designa una situación posterior a otra del pasado: Anunció (situación pretérita) que se jubilaría (situación posterior) al año siguiente. En el segundo caso, la situación hipotética se puede expresar, entre otras maneras, mediante construcciones de significado condicional: Yo, en tu lugar, iría. Se consideran variantes el llamado condicional de atenuación (convendría salir pronto) y el denominada condicional de cortesía (desearía pedirle un favor). El condicional de conjetura introduce algunas suposiciones del hablante relativa a una situación pretérita (Tendría entonces veinte años).
Tiempos compuestos relativos
Tal como se explicó, se orientas desde un punto temporal a su vez orientado en relación con el acto de habla. Son los siguientes:
a)  El pretérito pluscuamperfecto (Había cantado). Designa una situación anterior al momento del habla, la cual, a su vez, es anterior a otra también pasada: Vi que alguien cerraba la puerta (es decir, <<cierre<visión< momento del habla>>, donde “<” expresa la relación de anterioridad).
b)   El pretérito anterior (Hube cantado). Denota una situación pasada anterior a otra igualmente pasada, y siempre delimitada. Aparece introducido por las expresiones apenas, cuando, después (de) que, en cuanto, luego que, una vez (que) y algunas más, siempre en alternancia con canté: Apenas hubo cenado, se marchó (es decir, << cena< marcha<momento del habla>>). Hoy suele estar restringido a la lengua escrita.
c)  El futuro compuesto (Habré cantado) y el condicional compuesto (Habría cantado) comparte la propiedad de denotar una acción futura anterior a otra también futura. Si la acción denotada es futura respecto al momento del habla, se usa el futuro compuesto: Cuando llegue, habrán salido (es decir, <<salida< llegada; llegada> momento del habla>>, donde “>” expresa posterioridad); si lo es, en cambio, respecto de una acción pretérita, se emplea el condicional compuesto: Dijo que, cuando llegara, habrían salido ( es decir, <<salida< llegada; llegada> comunicación; comunicación< momento del habla>>).
Tiempos verbales del modo subjuntivos
Los tiempos y sus significados
a)      El presente (cante) abraca tanto el presente como el futuro. Los complementos temporales permiten determinar cuál es su valor en cada caso: Le disgusta que su hijo esté de viaje [hoy-mañana].
b)      El pretérito perfecto compuesto (Haya cantado) posee una interpretación retrospectiva, propia de He cantado, como en Dudo que haya estado en México en su vida, y otra prospectiva, equivalente a HABRÉ CANTADO: Dudo que haya terminado el próximo lunes.
c)      El pretérito imperfecto (CANTARÁ O CANTASE) expresa los significados temporales de CANTÉ, CANTABA Y CANTARIA, de modo que No creí que [llegara-llegase] es la oración negativa correspondiente a Creí que [llegó-llegaba-llegaría]. Es frecuente, sobre todo en la lengua periodística el empleo de CANTARA por HABIA CANTADO y por CANTÉ: Ayer falleció el que [fuera-había sido]…; el discurso que [pronunciara-pronuncio] ayer; como [dijera-dijo] el general… este uso está casi restringido a las oraciones de relativo, de manera que convenciera no equivale a había convencido en me dijo que la convenciera.
CANTARA, pero no CANTASE, alterna con CANTARIA con los verbos modales poder y deber, y también con el auxiliar querer: [Pudiera-Podría-*Pudiese] ser como dices; [Quisiera- Querría-*Quisiese] pedirle un favor.
d)      El pretérito pluscuamperfecto (HUBIERA O HUBIESE CANTADO) corresponde a los tiempos del indicativo HABIA CANTADO, HABRIA CANTADO. Así, la oración No creyó que Arturo {hubiera-hubiese} llegado constituye la negación de creyó que Arturo había llegado, cuya subordinada denota una situación pasada, y de creyó que Arturo habría llegado, cuya subordinada expresa una situación irreal.
e)        El futuro simple (CANTARE) y el futuro compuesto (HUBIERE CANTADO) han caído en desuso en la lengua oral de todas las áreas linguisticas y han sido reemplazados por otras formas: el futuro simple por CANTARA (también por CANTÉ) y el futuro compuesto por HUBIERA O HUBIESE CANTADO. Se registran, en cambio, como rasgo arcaizantes, den textos jurídicos y administrativos: las prácticas que tuvieren  por objeto…; para recuperar la fianza que se hubiere depositado. Son resto del futuro simple las expresiones Adonde fueres haz lo que vieres; sea lo que fuere.
Las formas no personales del verbo
LAS FORMAS NO PERSONALES DEL VERBO (también NO CONJUGADAS O VERBOIDES) son el INFINITIVO (cantar), el GERUNDIO (cantando) y el PARTICIPIO (cantado). Las tres carecen de la flexión de persona, de tiempo y de modo y, salvo el participio, también de número. Sus marcas formales son- r para el infinitivo, -ndo para el gerundio y –do (-a/-as/-os) para los participios regulares, precedidas por la vocal del tema correspondiente de cada conjugación. El infinitivo y el gerundio admiten formas compuestas (haber cantado y habiendo cantado); no así el participo. En cuanto al aspecto, el participio tiene valor perfectivo y el gerundio, durativo, mientras que el infinitivo es neutro en este sentido.
El infinitivo
En la tradición se ha considerado el infinitivo como una categoría hibrida, en cuanto que presenta a la vez propiedades nominales y verbales. En la actualidad se suele aceptar que los infinitivos son verbales o nominales, según la forma en que se construyan. Asi, en Rocío deseaba comprar una casa, el infinitivo comprar se comporta como verbo porque lleva un complemento directo: una casa. En cambio en el lento caminar de la gente, tiene carácter nominal, puesto que lleva modificadores y complementos nominales: lento, de la gente.
Los infinitivos nominales
Pueden ser de dos tipos:
Infinitivos nominales de naturaleza léxica: también llamados FALSOS INFINITIVOS, aparecen como nombres en los diccionarios y como tales se comportan. Reciben modificadores nominales (el inmenso poder de la prensa) y pueden formar plural (estos amaneceres). Pertenecen a este grupo, en su uso nominal, amanecer, andar, anochecer, atardecer, cantar, haber, parecer, pesar, poder, querer, entre otros.
Los infinitivos nominales de naturaleza sintáctica: no forman plurales, pero se construyen como grupos nominales. Así, en la secuencia Aquel continuo ladrar de los perros resultaba molesto, el carácter nominal de la construcción se manifiesta en el determinante aquel, en el complemento encabezado por de y en el modificador adjetivo continuo. Son muy frecuentes los de los verbos que expresan acción continua, movimiento, acaecimiento, aparición o desaparición (aparecer, caminar, correr, ir, morir, nacer, pasar, venir, vivir).

Los infinitivos verbales
Forman grupos verbales, por lo que se construyen con los complementos propios de un verbo (directos, indirectos, de régimen, circunstanciales); incluso pueden aparecer con sujeto explícito y admiten formas compuestas, pasiva y perífrasis: al haber encendido [tiempo compuesto] él [sujeto] la luz [CD].
Interpretación: Semánticamente, los infinitivos verbales se asemejan a los sustantivos deverbales formados con –ción, -miento y otros sufijos, ya que denotan acciones, propiedades o estados. En lo que respecta al tiempo, dado que el infinitivo no lo expresa por sí mismo, se interpreta en función de las palabras a las que subordina. Así, la interpretación es prospectiva en Tiene necesidad de viajar, mientras que en Lo vi llegar es simultánea.
El sujeto del infinitivo
a)   El sujeto del infinitivo suele ser tácito. En tal caso, concierta con algún argumento del verbo principal. Así, en María lamentó haberlo llamado, el sujeto del verbo lamentó comparte referente con el sujeto tácito del infinitivo, mientras que en Le permitió acompañarlo, el sujeto tácito de acompañar posee el mismo referente que el complemento indirecto del verbo conjugado.
b)   El infinitivo puede llevar sujeto expreso, normalmente pospuesto. Este sujeto es característico de los infinitivos que aparecen en el complemento de ciertos adverbios (Después de irse Isabel, sucedió todo) o en el interior de grupos nominales (En el momento de llegar nosotras, llovía). También aparece en construcciones introducidas por otras partículas (al salir el sol) y en oraciones independientes (¿Reírme yo?).
Construcciones de infinitivo verbal. Además de participar en la perífrasis, los infinitivos verbales pueden hacerlo en las siguientes construcciones:
a.      Grupos verbales dependientes que no constituyen oraciones subordinadas. Con verbos de percepción (ver, oír) y causación (hacer, dejar), el infinitivo forma un grupo verbal que funciona como complemento predicativo: Vieron a Guadalupe llorar.
b.      Oraciones subordinadas sustantivas. Las construcciones de infinitivo pueden ser subordinadas sustantivas enunciativas (Espero no equivocarme) e interrogativas indirectas (No les explique cómo llegar). Como es esperable, desempeñar funciones sintácticas análogas a las propias de las sustantivas de verbo flexionado: sujeto (Le encanta pasear), complemento directo (Desea recuperar el tiempo perdido) o término de preposición (Se olvidó de llamarnos).
c.       Oraciones subordinadas de relativo. El infinitivo también aparece en oraciones de relativo, con antecedentes (Buscaba a alguien con quien hablar) o sin él (No tiene donde ir).
d.      La pauta <<al +infinitivo>> expresa valor causal (Al perder los documentos, no pudo realizar el trámite bancario) o temporal (Al vernos, se acercó), y la combinación de <<de+ infinitivo>>, valor condicional (De haberlo sabido, habría ido).
e.      Oraciones independientes. Son frecuente como respuesta a preguntas con el verbo hacer (-¿Qué hacen?- Correr). Se usan también en algunas construcciones exclamativas (¡Esperar todo el día para esto!), interrogativas (Y ahora, ¿Adónde ir?) e imperativas (A dormir).

Se recomienda evitar el uso del infinitivo con los verbos decir, señalar, indicar y otros similares en los contextos en los que se introduce alguna información dirigida a alguien, como en Señores, informarles (de) que… o Por último, decir que… en lugar de Señores, les informo (de) que… o Por último, quisiera decir que…


El gerundio
Características morfológicas
El gerundio se forma mediante la adjunción de la desinencia –ndo a la vocal temática del verbo: -a- en la primera conjugación; -ie- en la segunda y en la tercera. Puede ser simple (cantando) o compuesto (habiendo cantado), y carece de marcas de número, persona, tiempo y modo.

Propiedades sintácticas
El gerundio se construye habitualmente como verbo y, como tal, admite sujeto (expreso o tácito) y complementos (directo, indirecto, de régimen, circunstancial o atributo).
a)      Con objeto tácito, se suele interpretas que la acción,  el estado o el proceso descrito por el gerundio se atribuye a alguna entidad ya mencionada (normalmente, la denotada por el sujeto de la oración principal): Mamá siempre se dormía escuchando la radio. También es posible que el sujeto tácito reciba una interpretación inespecífica: Los problemas se resuelven abordándolos fríamente.
b)      Si el sujeto se haya expreso, aparece normalmente pospuesto: Esto solo se soluciona hablando con él.
          Usos y funciones
a)   El gerundio puede formar perífrasis verbales
b)   Forma complementos predicativos, frecuentemente con verbos de percepción: Lo recuerdo mirándome; Las vi alejándose.
c)    Funciona como adjunto o circunstancial del verbo: Redactó el trabajo poniendo todo el cuidado del mundo.
d)   También aparece como tópico, separado del resto por pausas, en posición inicial o intermedia: Subiéndose a la grada, pudo ver el espectáculo. En ocasiones el gerundio hace referencia al propio acto verbal (Resumiendo,…; cambiando de tema,…).
Interpretación.
El gerundio es una categoría verbal imperfectiva. El contenido expresado por el gerundio simple se interpreta habitualmente como simultaneo a la acción o proceso del verbo principal: Llegaremos caminando. No obstante, también puede expresar anterioridad inmediata: Después se mete en el horno, calentando previamente. El gerundio compuesto indica anterioridad, sea inmediata o no: habiendo llegando al final de la vida, me dispongo a hacer testamento, lo que no obsta para que sea también compatible con la interpretación casual.
Se considera incorrecto el uso del gerundio para indicar una pura relación de posterioridad.

A la relación temporal expresada por el gerundio se unen otros contenidos, como el de modo o manera (Abrió la puerta introduciendo una tarjeta por la ranura), y también los de causa (Conociéndolo, no me extraña su reacción), condición (Solo terminaras el trabajo dedicándole toda la semana) y concesión, este último con el adverbio aun (Aun hablando, no se entendieron). Expresa en ocasiones un valor ilativo o copulativo: Se murió joven, dejándole a su esposa un futuro difícil.

El participio
Características morfológicas
El participio se forma adjuntando el segmento –do al tema de perfecto de las tres conjugaciones: amado, temido y partido. A diferencia del gerundio y del infinitivo, posee flexión de género y número (Leído/Leída/Leídos/Leídas) en todos sus usos, con la excepción de participio de los tiempos compuestos. Algunos presentan formas irregulares (Abierto, Dicho, Escrito), que alternan a veces con la regulares en ciertos contextos (Freído-Frito). Carece de formas compuestas (*Habido destruido) y rechaza los pronombres clíticos (*Entregádole el premio).
Interpretación
El participio posee aspecto perfectivo, por lo que la situación que designa se suele interpretar como un estadio alcanzado con anterioridad al punto indicado por el verbo principal: La policía encontrara a los rehenes atados a un árbol. Expresa simultaneidad cuando el participio se forma sobre un verbo no delimitado: Un edificio custodiado por la policía.

Usos y funciones
Los participios de los verbos transitivos e inacusativos pueden aparecer en los siguientes contextos:
a)   Intervienen en la formación de perífrasis: Tengo escrita la carta.
b)   Se usan como modificadores nominales: El candidato elegido por los militantes; Las disputas surgidas provocaron la ruptura.
c)    Funcionan como atributos, sea en oraciones copulativas (Esta muy crecido para su edad), como complementos predicativos (Se quedó paralizado) o en clausulas absolutas (Terminado el trabajo, se fue).
Participio y adjetivo
Semejanza: Además de sus características flexivas, muchos participios comparten con los adjetivos, las diversas construcciones propias de los elementos predicativos:
a)   Modificadores del nombre: un partido [ganado/emocionante].
b) Atributos en las oraciones copulativas: estaba [rota/nueva].
c)  Complementos predicativos: acabo [destrozada].
d) Construcciones absolutas: una vez [concluido el debate/sola].
Diferencias
a)   Los participios designan acciones o procesos y reciben complementos verbales, como el agente o el predicativo, mientras que los adjetivos señalan propiedades. Así, el lugar del participio considerada no puede ser ocupado por un adjetivo en Una persona considerada culpable por el juez.
b)   El adverbio mucho, poco, bastante, demasiado y otros similares se posponen a los verbos y normalmente también a los participios, pero se anteponen siempre a los adjetivos. Contrastan así la puerta fue abierta demasiado y su actitud fue demasiada abierta.
c)   Los participios solo admiten sufijación subjetiva en determinados contextos, mientras que los adjetivos admiten esta sufijación sin restricciones contextuales.
Adjetivos perfectivos o resultativos
El participio está muy cercano a los ADJETIVOS PERFECTIVOS O RESULTATIVOS (contento, enfermo, junto, maduro, tenso y otros relacionados con raíces verbales).
Estos adjetivos expresan, como los participios, el resultado de un proceso, por lo que pueden formar construcciones absolutas (Una vez lleno el vaso…). Sin embargo, no se refieren al proceso mismo, por lo que rechazan los complementos agentes (una mesa [*Limpia-Limpiada] por el mesero), los complementos instrumentales, los adverbios de modo o manera (Un almacén cuidadosamente [*Vacío/Vaciado]) y el adverbio recién (Recién [llenado-*Lleno]), a diferencia de los participios. Son raros los adjetivos que admiten construcciones absolutas sin pertenecer a este grupo: Una vez sola, lo llamo por teléfono.
Las perífrasis verbales
Caracterización. Clases de perífrasis
Se denominan PERÍFRASIS VERBALES las combinaciones en las que un verbo auxiliar se une a un verbo auxiliado, construido en forma no personal, sin dar lugar a dos predicaciones distintas: No puedo [auxiliar] entrar [auxiliado]; nos iremos [auxiliar] conociendo [auxiliado]; lo llevo [auxiliar] aprendido [auxiliado].
El VERBO AUXILIAR aporta a la perífrasis la información ligada a la flexión verbal y, a veces, datos relacionados con el modo de acción. El VERBO AUXILIADO selecciona los argumentos y establece relación con los adjuntos. En María suele quejarse de su hermana, el auxiliar suele aporta los morfemas verbales, mientras que el verbo auxiliado quejarse selecciona el complemento de régimen (de su hermana).
Entre el verbo auxiliar o auxiliado media a veces una preposición o la conjunción que, como en <<empezar a + infinitivo>> o <<tener que + infinitivo>>.
La cohesión que se establece en las perífrasis entre las dos formas verbales permiten que los pronombres átonos que complementan a la segunda se puedan anteponer a la primera, de modo que son posibles Voy  a decírselo y Se lo voy a decir. Aun así, auxiliar y auxiliado mantienen cierta independencia, de manera que se pueden introducir palabras entre ellos: No podía yo imaginármelo; empezó inmediatamente a trabajar.
Se distinguen tres tipos de perífrasis:
PERÍFRASIS DE INFINITIVO
Perífrasis de modales: expresan obligación, posibilidad, necesidad u otras manifestaciones de la actitud del hablante:
a)   Manifiestan obligación <<haber de + infinitivo>> (hemos de intentarlo una vez más), << haber que + infinitivo>> (hay que salir a las cinco y media) y <<deber + infinitivo >> (Juan debe callarse ya).
b)   <<deber de + infinitivo>> indica conjetura: deben de ser hermanos.
c)    <<tener que + infinitivo>> (tienes que ayudar a tus hermanos), necesidad (tienen que volver mañana) o inferencia de lo que se tiene por cierto (tiene que haber sido un error)
d)   <<poder + infinitivo>> manifiesta capacidad o permiso (ya puedo mover la mano; puedes pasar) y también conjetura (podía haber cien personas).
Perífrasis tempoaspectuales:
a)   En algunas perífrasis de infinitivo predominan los rasgos temporales: <<ir a + infinitivo>> (“posterioridad”: vas a caerte); <<soler + infinitivo>> (“repetición”: suelen madrugar); <<acostumbrar (a) + infinitivo>> (“repetición”: acostumbran a venir por la tarde); <<volver a + infinitivo>> (“repetición”: volvió a soñar).
b)   En otras se destaca una fase concreta de la situación designada por el núcleo verbal y sus complementos. Hacen referencia a la fase preparatoria o de inminencia las perífrasis <<estar por + infinitivo>> o <<estar a punto de + infinitivo>>. Se consideran de fase inicial o incoactivos los esquemas <<empezar a + infinitivo>>, <<comenzar a + infinitivo>> y <<ponerse a + infinitivo>>. Son perífrasis de interrupción <<dejar de + infinitivo>>, <<cesar de + infinitivo>> y <<parar de + infinitivo>>. Entre las perífrasis de fase final destacan <<acabar de + infinitivo>> y <<terminar de + infinitivo>>.
c)    En otras, finalmente, se alude a algunos de los estadios de un proceso, pero ordenándolos implícitamente en una jerarquía: <<empezar por + infinitivo>> (empezar por leer el texto, frente a empezar a leer el texto); <<acabar por + infinitivo>>, <<terminar por + infinitivo>>, <<venir a + infinitivo>> y << llegar a + infinitivo>>, entre otras.
PERIFRASIS DE GERUNDIO
Son aspectuales si muestran una acción, un proceso o un estado de cosas presentado en su curso. Gran parte de los auxiliares de las perífrasis de gerundio (andar, ir, seguir, venir…) tienen usos independientes como verbos de movimiento, sentido que se altera en buena medida al gramaticarse como auxiliares. Las principales son:
a)   <<estar + gerundio>> presenta una situación en su desarrollo, es decir, comenzada pero no concluida. Tiene, por tanto, sentido progresivo: está escribiendo una novela.
b)   <<ir + gerundio>> expresa la idea de que el proceso se realiza en etapas sucesivas que pueden acumularse hasta alcanzar un final: iba alejándose poco a poco. Es, pues, progresiva y acumulativa.
c)    <<venir + gerundio>> describe un proceso que se desarrolla a partir de una situación retrospectiva: nos viene ocultando sus intenciones.
d)   <<andar + gerundio>> presenta situaciones que se efectúan con interrupciones o de modo intermitente. Se trata, pues, de una perífrasis frecuentativa: Anda preguntando por ti.
Otras perífrasis de gerundio son las formadas con los auxiliares llevar (llevo viviendo aquí diez años), seguir (siguió jugando después de la lección) y continuar (continua siendo el candidato después de todo).
PERIFRASIS DE PARTICIPIO

Las perífrasis de participio muestran concordancia de género y numero con el sujeto o con el objeto directo. Los esquemas perifrásticos se restringen a los auxiliares estar (las cartas están escritas con tinta azul), tener (tengo archivado los documentos) y llevar (lleva publicada cinco novelas).

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